18 abril, 2024

Los djs somos gente normal

Lo admitimos. Somos gente común. Incluso alguno podrá calificarnos de “ordinarios”. No tenemos cochazos blancos, no vivimos rodeados de lujos, tronistas y aduladores. No nos levantamos a las 4 de la tarde ni vivimos de noche. Es más, algunos, incluso, tenemos hijos (y vivimos con ellos), vamos a la compra, echamos la gasolina al coche y hasta nos podrán ver en algún banco reclamando las comisiones. Ojo, que a algunos clientes les extraña eh? (ya hablaremos en otro momento de la insistencia en quedar los domingos para hablar de música, jeje)

Puede parecer que esto es restarnos importancia. Que nos estamos quitando ese aura de divinidad que se nos supone porque “Somos los que manejamos la fiesta”. Sí, Van Bueren, Guetta o Aoki son superestrellas. Pero no es lo que hacemos nosotros. Y quizá es bueno bajarnos a la tierra para que se nos deje de ver como bichos raros, aunque decir esto en el país de Paquirrín, Sofía Cristo, Fonsi Nieto o Jaime Alguersuari, todos ellos, ejem, djs, es complicado.

Pues no: en el fondo, somos normales. No tenemos el don de la inmortalidad ni el de la infabilidad. Cuanto más cerca estemos de quien nos contrata, mejor. De ahí que no entendamos esa moderna tendencia de anunciar los djs de las empresas con nombres rimbombantes que acaban siempre en “DJ”: Madmax DJ, Toloko DJ, Pepito Pérez DJ… Vamos a ver: cuando un cliente se acerque a hablar contigo, va a hablar con una persona, no con un producto, que diría Risto. Y no olvidemos que un 90% de nuestro éxito depende del trato con el cliente.

En Sonifon no vas a encontrar a ningún “Juan Fernández DJ”. Como mucho, a un Juan Fernández con el que hablar de música, del evento en cuestión o de la vida en general. Si no hay complicidad con el cliente, todo es mucho más complicado. Ser DJ es nuestra función, pero no nuestra vida. Porque, en el fondo, si un dj lo es 24h, nunca va a estar en contacto con el mundo real.