26 marzo, 2025

Errores comunes: el repertorio incontrolado

Una de las últimas modas que han llegado al sector de los eventos, especialmente las bodas, es la de hacer partícipe a los invitados de la selección musical. Que no es una idea mala en sí misma, siempre que no se nos vaya de las manos. A todo hay que poner un límite y, si no dejaríamos que nadie nos escoja el menú completo ni tampoco que nos decorasen el salón sin contar con nuestro visto bueno, no nos debemos sentir mal por ejercer un poco de control sobre la música que otros han escogido para nuestra fiesta.

Y repetimos: no es que esté mal invitar a que pidan canciones. Lo malo viene cuando lo que se ha pedido no funciona y el margen para que el dj lo arregle está mucho más limitado. A continuación os indicamos tres cosas que parecían una buena idea pero… no lo eran

1- NO HACER UNA CRIBA DE LA LISTA
Es el error más común y el que es más difícil de corregir. En ocasiones se pide una canción a cada invitado (o dos) para luego ponerlas equitativamente pero… Ya a veces no se pueden poner todas, cuanto más las que no tienen ritmo, o tienen significado político o aluden a algún equipo de fútbol y nos causan un lío seguro. Por no hablar de los altibajos en el devenir de la fiesta y lo difícil que es conseguir un poco de lógica para organizar temas tan dispares como “Andaluces de Jaén” de Paco Ibáñez, “No tiene güevos” de Los Mojinos Escozíos y “Un asturiano en Madrid” de Dark La Eme, por ejemplo.

¿Dónde está el error? Si le preguntamos individualmente a cada persona que ha pedido una canción, nos dará unos motivos muy razonados para que suene. Pero quien debe dar estos motivos por válidos es quien organiza la fiesta, porque es su fiesta. Todos se lo deben pasar bien, pero principalmente, esa persona.

2- CONFIAR LA LISTA A ALGUIEN CON POCO SENTIDO COMÚN
Otras veces, la persona a quien se confía la lista o, seguramente, quien se ofrece con más interés, en realidad no conoce a los invitados que van a participar o, lo que es peor, no le importa: frases como “estas canciones del Caribe Mix son todo temazos” o “¿cómo no le va a gustar a la gente mayor Led Zeppelin, que es de su época? se han escuchado más de una vez.

¿Dónde está el error? Que la persona que haga la lista no se tome la molestia de ver quién va a acudir a la fiesta; qué grupos de edades se van a encontrar, a qué tipo de fiestas suelen acudir… Para solucionarlo, nada tan simple como preguntar a la que persona que organiza la fiesta, que sabe quién va a ir.

3- PERMITIR QUE LA LISTA SEA UN MONOGRÁFICO SOBRE UNOS POCOS ARTISTAS
Cualquier repertorio tiene que tener variedad. A veces, no sucede. Pueden gustarnos todas las canciones de Miley Cyrus pero, a la hora de la verdad, podríamos aprovechar muy pocas para una fiesta. Y el número se reduce aún más si los invitados no son fans de ese artista o si vemos que a la segunda canción, ya nos cae pesada.

¿Dónde está el error? No hacer un cálculo antes de repartir las canciones. Antes de repetir temas o artistas, mejor completar con temas de otros grupos o cantantes.

Para terminar: todos los errores tienen una solución común: consultar al dj y dejar que dé su opinión. La mayoría de los djs queremos ser flexibles y permitimos que nuestros clientes personalicen su repertorio. Unos más y otros, menos. Pero lo que no queremos ninguno de nosotros es que la fiesta salga mal. Cuanto antes podamos aportar nuestra experiencia para que sea un éxito, mejor ¿verdad?